Papá!!!,
mira eso, mira Papi la televisión, me decía mi hija, ya con 11 años a cuestas,
Mira Papá, como una Madre mata a su hijito recién nacido… como una persona mata
a otra sin razón de nada… Porqué Papi?, porque pasa eso?. Se me hizo un nudo en la garganta; la verdad
que no supe que responderle, siempre le respondía todas las preguntas que me
hacía, no importará cual, pero esta vez, no supe que decirle. Ella a sus tan
solo 11 años, ya tenía que ver esas noticias tan denigrantes para un ser
humano.
La
familia es el pilar fundamental de la sociedad y es allí donde se debe formar y
fortalecer los valores éticos y morales para nuestros hijos. Estudios actuales realizados tratan sobre
la relación causal entre la presencia de violencia en los medios de
comunicación y la conducta agresiva de algunos niños. Aún sin estar establecida
la correlación inmediata entre actos violentos y escenas similares emitidas por
Televisión, entonces, no nos queda la menor duda que la visión de robos,
asesinatos, violaciones, etc., parece desensibilizar frente a la violencia y
generar la aceptación de vivir en un mundo violento. Por ejemplo, en los
dibujos animados hay más episodios violentos que en los programas para adultos.
Esto hace que nuestros hijos piensen que la violencia es algo normal, algo con
lo cual pueden convivir y siempre quieren asemejarse a lo que ven; porque a su
tan corta edad confunden lo virtual con lo real y la incapacidad de distinguir
entre la lógica de la realidad, es decir, piensan que la violencia que ven en
sus dibujos animados o en una película, es lo mismo que ven en un noticiero o
escuchan en la radio.
Papá!!!, te haré una pregunta, pero esta vez me la respondes….
Dime Papá, porqué mataron la vez pasada a un señor que tenía su tienda o a la
Señora que era agricultora…, porqué al vecino le mandan una carta con una bala,
escribiéndole que lo van a matar a Él y a su familia….Porque Papá?... Se me
hizo un nudo en la garganta; la verdad que no supe que responderle. Ella a sus
tan solo 11 años, ya no solo lo veía por televisión, sino que también lo sentía
en carne propia y convivía con ella en nuestro ex apacible pueblo, ya la
violencia y el crimen organizado se había instalado cómodamente en nuestro querido
Guadalupe, para no sé cuándo irse.
Cuando
pensamos en las cosas que nos pasan, de TV basura, asesinatos, violaciones,
sicariato, robos, etc, y en la búsqueda de soluciones para estas lacras
sociales que nos acechan, siempre nos viene a la mente los que el Gobierno, El
Alcalde y la Policía deberían hacer. Sin embargo nos olvidamos del papel
importante que juegan los Padres y la Familia en la prevención de asaltos,
robos y asesinatos. Decía el orador mexicano Miguel Angel Cornejo: “Cómo tú le pagarías la colegiatura a la
vida?. Dios no te preguntará cuánto dinero hiciste, cuantas empresas tuviste,
cuantos autos último modelo compraste, Dios te preguntará…¿Qué hiciste con los
hijos que te di?, ¿hiciste algo por mejorar mi creación?”.
Los
sicarios, violadores y ladrones de hoy, fueron un día niños. Una vez… solo una
vez fueron moldeables. Pero como ocurre con muchos, sus padres no les
protegieron lo suficiente de las malas influencias, siempre vemos a nuestros
hijos como nuestros “pequeñitos”, incapaces de convertirse en lacras de la
sociedad, en personas tan dañinas como los desalmados criminales de nuestra
sociedad actual. ¡Grave error! ¡Debemos tener los ojos bien abiertos!. Es
nuestra responsabilidad cuidar sus almas de la codicia que anhela lo ajeno, de
la haraganería, que les hace que no trabajen, que abandonen estudios, que no
tengan responsabilidad, y de la insensibilidad que agarra el arma, jala el
gatillo y arrebata las vidas de los demás.
Hay
algo que los padres de hoy podemos hacer. Tenemos mucho que aportar en la lucha
contra la delincuencia y el crimen. Lo podemos hacer desde el seno mismo de
nuestros hogares, criando hijos respetuosos y sensibles, diligentes y
obedientes, afectuosos y conformes. No necesitamos ser superhéroes para hacer
eso.